- 1, 2, 3. 4, 5… y 10!
Papá, mamá, Tina y Leo han salido al jardín a jugar al escondite. La primera que ha empezado a contar ha sido mamá. Papá se ha escondido detrás de uno de los árboles y Tina y Leo detrás de las sillas del jardín. ¡Mamá juega muy bien al escondite! Enseguida les ha encontrado.
Después le ha tocado el turno a Tina. Enseguida ha visto que los rizos de Leo asomaban detrás de una de las grandes macetas junto a la entrada. Juntos, han seguido buscando a mamá y papá. Han mirado otra vez detrás del árbol, debajo de la mesa… pero no les encontraban. Han buscado y rebuscado por todos los sitios que se les ocurrían en el jardín, pero ni rastro.
Tina ha empezado a llamarles. “¡Mamá! ¡Papá!”.
- ¿Y si se han perdido?, Leo ha empezado a preocuparse.
- No se pueden perder, es nuestro jardín! Y ellos son mayores y no se pierden! Tina también tenía ganas de que papá y mamá aparecieran de nuevo.
- No se pueden perder, es nuestro jardín! Y ellos son mayores y no se pierden! Tina también tenía ganas de que papá y mamá aparecieran de nuevo.
Menos mal que Atila, el perro de Tina y Leo, ha llegado para ayudarles. Ha corrido hacia su caseta, la ha rodeado… y, justo ahí, en la parte de atrás, ha encontrado a mamá y papá. Tina y Leo se han puesto muy contentos. ¡Atila sí que es un campeón del escondite!
Ilustración: Ana del Arenal
Imprime este cuento
No hay comentarios:
Publicar un comentario