- ¡Yupi!, han gritado Tina y Leo cuando papá ha aparcado junto a la playa.
No habían vuelto al mar desde el verano pasado y estaban muy emocionados por volver a la playa.
Han extendido las toallas, han colocado la sombrilla y mientras mamá inflaba los flotadores han empezado a construir un bonito castillo de arena. Tina trabajaba muy concentrada en la segunda torre del castillo cuando Leo ha llegado corriendo y ha saltado sobre la torre que ya estaba construida.
- Leo, ¡noooo!, se ha enfadado Tina, y han empezado a pelearse. Pronto estaban los dos llenos de arena.
“¡Basta ya!”, ha dicho papá. No le gusta nada que Tina y Leo se peleen. “Leo, no puedes destrozar lo que hace Tina. Y Tina, no se puede lanzar arena de esa manera. Daos un abrazo y haced las paces”.
Tina y Leo han hecho caso a papá. Enseguida mamá ha llegado con los flotadores y han ido todos juntos a bañarse.
¡Qué divertido! Tina y Leo chapoteaban con los pies todo el tiempo. Han jugado los cuatro a tirarse la pelota… ¡hasta han visto un pez!
Después del baño, mamá les ha dado melón. ¡Qué hambre da la playa! Se han sentado en la toalla para comerlo.
- Leo, ¿quieres que hagamos otro castillo de arena? Ya no estoy enfadada contigo.
- Vale, te ayudaré, ha contestado Leo.
- ¡Lo construiremos todos juntos!, ha dicho mamá.
- Vale, te ayudaré, ha contestado Leo.
- ¡Lo construiremos todos juntos!, ha dicho mamá.
Y se han puesto manos a la obra. ¡Será el mejor castillo de toda la playa!
Ilustración: Ana del Arenal
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