Tina y Leo estaban
muy contentos con los regalos que les había hecho una de sus tías: un juego de
construcción para Tina y un puzzle para Leo. Se han sentado en su habitación y
han empezado a jugar.
Leo ha empezado a
montar el puzzle, que mostraba el dibujo de un tren. Ha empezado por la
locomotora, después un vagón… pero al cabo de un tiempo no sabía qué pieza
poner. Tina se ha dado cuenta y ha empezado a revolver el puzzle para buscar la
pieza que encajaba.
- ¡No!, ha
gritado Leo. Tú juega con tu juguete, que yo estoy jugando con el mío.
Tina ha protestado
un poco antes de volver a sus bloques de construcción. Estaba haciendo una
torre de varios colores.
Al cabo de un rato
sin encontrar la pieza, Leo ha comenzado a aburrirse. No sabía cómo continuar
el puzzle. En cambio, veía que la torre de Tina crecía y crecía… su juego
parecía mucho más divertido.
Pero al acercarse a
la torre, ha sido Tina la que se ha enfadado. Los mellizos han empezado a
gritar y mamá ha llegado. “¿Se puede saber qué está pasando?”, ha preguntado.
Cuando le han contado lo ocurrido, enseguida les ha dicho: “No sé por qué os
enfadáis, si la solución es muy fácil. Primero hacéis juntos el puzzle de Leo y
después construís la torre. ¡Es mucho más divertido jugar juntos!”.
Ilustración: Ana del Arenal
No hay comentarios:
Publicar un comentario