Papá se ha dado cuenta de la situación y ha tenido una idea. “¿Qué os parece si hacemos una orquesta casera?”. Tina y Leo no saben lo que es una orquesta, pero la idea ha sonado interesante.
“Una orquesta es un grupo de personas que tocan diferentes instrumentos”, ha explicado papá. “Además, nosotros vamos a fabricar nuestros propios instrumentos”.
Mamá ha traído varias cucharas. Ha vaciado la botella de zumo en dos vasos, uno para Tina y otro para Leo, y la ha dejado sobre la mesa. Luego ha cogido el bote del cacao del desayuno. “¡Creo que ya tenemos todo lo necesario!”.
Tina y Leo miraban a papá y mamá sin entender nada. Papá le ha dado a Tina la botella de zumo y una de las cucharas. “Ahora, Tina, golpea suavemente la cuchara contra la botella de cristal. Verás qué sonido tan bonito”.
¡Tiiiin! ¡Tiiiin!
“Ahora tu turno, Leo. Tú tocarás el tambor. Coge el bote de cacao, y golpéalo con estas dos cucharas”.
¡Pom, pom, popopom!
- Muy bien, ha continuado papá. Yo tocaré mi vieja armónica y mamá cantará. ¿Con qué canción comenzamos?
- ¡Con “cucú cantaba la rana”!, Leo ha pedido rápidamente su canción favorita.
- Vamos allá. ¡Una, dos y tres!
“Cucú, cantaba la rana…”.
Ilustración: Ana del Arenal
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Una buena solución para el aburrimiento de los días de lluvia!!! Gracias por el cuento. UN saludo
ResponderEliminarGracias Mayca!! Como te puedes imaginar, está basado en hechos reales :-)))
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