Dibujo: Ana del Arenal |
En un campo no muy lejano, donde el calor empezaba a notarse, las ovejas comían hierba fresca y palos secos. Esos días esperaban con ganas la llegada de la esquila. ¡Era como ir a la peluquería!
Tanta lana empezaba a molestarles y deseaban quitársela para andar más ligeras por el campo. Todas menos Peluda. Era una oveja friolera y no quería que le cortaran su melena de lana.
-Mmmmm- pensaba el pastor- a Peluda
si le quitamos la lana habrá que hacerle un jersey para que no pase frío.
-¿Y si le dejamos su lana?- le
propuso el hijo del pastor- así no tendremos que tejerle un jersey porque ya
estará abrigada.
Y pasaron varios veranos y Peluda era
la única oveja que no se esquilaba y su lana crecía y crecía. Hasta que llegó
un momento en el que le pesaba tanto que no podía moverse, y ya no
salía al campo, y se quedaba sola en el redil.
El hijo del pastor se empezó a
preocupar. Peluda era su oveja preferida y ya no quería jugar con él. Además, su
lana cubría sus ojos y su boca, y ya no podía ni ver ni comer. Así que una
noche, mientras Peluda dormía, decidió esquilarla sin que se diera cuenta.
A la mañana siguiente, ¡qué susto! Las
ovejas no veían a Peluda, pensaban que se había escapado.
-Soy yo beeeee, balaba Peluda.
-¡Pero si no tienes lana!, le dijo
extrañado el papá carnero.
-Se me ha debido de caer por la noche,
porque ya pesaba mucho, le explicó Peluda sin saber realmente lo que había
pasado.
Y corriendo salió al campo a comer
hierba fresca y a jugar con las otras ovejas. ¡Qué divertido era y qué bien se
sentía ahora sin ser una oveja peluda! Aunque las ovejas le seguían
llamando Peluda, porque a pesar de estar esquilada, el pastor siempre
le dejaba lana en la cabeza ¡para que se viera guapa y abrigada!
Lee cuando quieras este cuento infantil sobre una oveja
Nos gustaría enviarle el programa del Concurso que tenemos para bloggers, el correo es lmirada@mumsprivee.com, es la Community, si quiere se lo remitimos, no tenemos su correo, por lo que si le interesa, póngase en contacto con nosotros.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarMuy bueno el cuento. Una historia sencilla y sin violencia hacia los animales.
ResponderEliminarGracias, ¡os animamos a seguir leyendo más cuentos de animales!
ResponderEliminarMuy bonito este cuento así es Jesús con nosotros no quita todo lo feo k podamos tener el nos limpia de todo pecado
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar