Coco era un cocodrilo verde y vago que se
pasaba los días en el lago. Cada día que pasaba se aburría más. Miraba con
envidia a la tortuga que vivía en la orilla de enfrente y que se ganaba la vida
transportando de un lado a otro del lago a conejos, caracoles y gusanos. La tortuga movía rápidamente su cola y
atravesaba a toda velocidad las aguas al tiempo que imitaba el ruido de un motor.
-Bruuuummmm
-Parece que la tortuga se divierte a pesar de
estar trabajando- pensaba el cocodrilo.
A él eso de trabajar no le parecía divertido.
Prefería aburrirse. Aunque significara estar siempre solo, sin amigos y sin
hablar ni reír con nadie.
Hasta una tarde llegó al lago una cocodrila
nueva. Coco enseguida se enamoró de ella y la quiso impresionar.
-Me pondré a trabajar, haré amigos y ella
también querrá ser amiga mía.
Y empezó a transportar animales de un lado a
otro del lago. Acordó con la tortuga que él lo haría los días de lluvia. Así los animales estarían a cubierto en su
enorme boca y los días de sol él descansaría. ¡Y descubrió que sí era divertido
trabajar sobre todo porque se hizo un montón de amigos que le contaban historias
geniales! Y además, la cocodrila nueva se acercó a él para que le explicara cómo se podía trabajar en ese
lago y para que le presentara a sus amigos.
Y acabaron por enamorarse. Y Coco el cocodrilo
continuó divirtiéndose y olvidó la época en la que le gustaba aburrirse y no
trabajar.
Ilustración: Ana del Arenal
Me parecio muy bueno les gusto mucho a mis niños, espero encontrar mas cuentos como este, felicitaciones
ResponderEliminarMuchas gracias. Nos encanta saber que pasáis un buen rato leyendo los cuentos del baúl con vuestros niños. (elbauldeloscuentos)
ResponderEliminarMuy buen cuento
ResponderEliminar¡Y muy buenos lectores y lectoras!
ResponderEliminarHermoso cuento ❤️
ResponderEliminarSe respiran corazones en el cuento... ¡nos alegra que te haya gustado!
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