Una tarde en el museo

Cuento sobre la visita de unos niños al museo


“¿Qué es un museo?”, ha preguntado Leo cuando mamá les ha dicho que iban a pasar la tarde allí. Papá ha explicado a los mellizos que un museo es un lugar en el que se pueden ver cuadros muy bonitos, tan bonitos o más que los dibujos que hacen Tina y Leo. “¿Como cuando ponemos nuestros dibujos en las paredes de la cocina?”, ha pensado Tina. “¡Eso es!”.

De camino al museo, mamá les ha explicado que tenían que portarse bien, que en el museo tenían que estar tranquilos y que, sobre todo, no se podían tocar los cuadros.

Pero Tina y Leo no siempre hacen caso a mamá y papá…
Así que, al llegar, lo primero que han hecho ha sido acercarse mucho, mucho, a un cuadro en el que se veían unos preciosos caballos. Antes de que mamá y papá pudieran decir nada, ha llegado un guarda de seguridad con el gesto muy serio…
          - Niños, ¿qué estáis haciendo?
          - Nada, ha contestado Tina con una vocecilla que casi no se oía
          - ¿No sabéis que no se pueden tocar los cuadros?
          - Nos lo ha dicho mamá, pero no le hemos hecho caso.
          - Ya sabéis que siempre hay que hacer caso a papá y mamá. ¿Vais a volver a tocar los cuadros?
          - Nooo!
          - Muy bien chicos, el guardia ahora sonreía, eso está mejor. Ahora, ¡a disfrutar de la visita!

Tina y Leo han ido corriendo hacia papá y mamá y todos juntos han seguido recorriendo el museo. Han visto cuadros con animales, otros con frutas de colores, en algunos se veían barcos… ¡Cuántos cuadros!

Ilustración: Ana del Arenal

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